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He escrito... muchas veces pensando que el viento se lleva lo que pongo, muchas otras destinado a oídos que no son míos, a ojos que no veo, he escrito en mi amada moleskine con los dedos dolorosos y ansiosos, los días pasaron y ha llegado el punto en que siento merecer este destino y en que aún así me siento perdida en el camino, he paseado mis recuerdos, he criticado mis anhelos, he puesto las memorias al fuego para ver si se pueden borrar algunas en mí... y aún así se queda impregnada la esencia sobre mi espalda, los restos de no se qué que me tienen consternada, aislada de lo que puedo vivir.

Sí... nuestra amiga esta llena de verdades, no la dejes ir, es tal vez lo único que se considere un supuesto real que nos mantiene aquí, platícale de mí, ¿por qué no ha sonreído?, me quedé con ganas de verle reír, bailar, verle con aquella prenda punk que la hizo ver especial y relucir entre la gente que apenas alcanzaba a mirar...

Y sigo aquí también, no se en qué parte en realidad, en negro, donde se supone que es mejor para mí, y así trato de vivir donde muchos dicen merezco tener, .... aquí estoy contemplando los días con diferentes sonrisas, extrañando lo que no puedo vivir, pero así fue como debió ser, con lo que uno tiene haciendose feliz.

Bien... pensé que se me había olvidado, que la compañía astral se coló entre las persianas blancas del cuarto, pensé que lo había soñado, ¿aún me estará pasando?... creo que lo intenté, sabiendo como iba el cuento lo escribí sobre papel, y ahora la única salida que tengo es crear diálogos en mi moleskine sin rumbos, sin finales que no deseo poner.