Miré alrededor... el año se transpira vivo en el momento, tan real y crudo a la vez; bien dije que me solían gustar las piedras del andar, bueno aquí estoy sintiendo lo que se me ha dejado percibir.
He dejado en este hueco, un pequeño agujero prendido de un poco de calor
de ese que se alimenta con el antojo del sol,
que en ratos respire cuando duermo,
donde más vulnerable soy.
Respiro también, cada vez más lento;
pareciera que el invierno se lleva algunas flores rotas
y me advierte de otras
por las cuales no debería de temer.
Cuántas veces me enamoré en el año?
tal vez las mismas que hoy...
eso de amar lo he dudado,
vuelvo... en el tiempo que debe ser.
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