Y entonces me dijiste que nadie iba a amarme, que todo lo que yo deseaba solo podía ser cubierto por ti, que las noches serían eternas, serían solas, que eras el único quien iba a encontrar mi esencia, quien lucharía por mi, quien me llamaría por amor, por cuidarme.
Me vi sin opciones, sin una sola esperanza de reconocerme y valorarme, y fue verdad.
Cuantas lunas intentaste tocar? Has enviado anzuelos discretos embarrados de tentación, no has querido decir que la intención ha sido la misma en todas las veces que lo has hecho; que buscas? Que intentas llenar? No va a existir alma que complazca la necesidad de atención... y cuando la tienes no será suficiente.
No es bueno regresar al pasado, sin embargo me ha mostrado el denominador constante y necio de tu lado oscuro.
Hoy me devora la decepción, pareciera que mis brazos se han cansado de sostenerte, mi fuerza ha sido vencida; contemplarte a lo lejos me deja ver en donde he estado siempre.
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Por que me negué a ver eso?, me culpé de tonta y no, no lo fui, solo cedí el beneficio de la duda porque creía en tu esencia, esa en la que no creíste de ti mismo, esa que fue cubierta por la basura de tu ego. Porque llevo por dentro la fe en la humanidad, porque sé que no es perfecta pero creo en su poder de sanación. Pero eso lo vi yo, eso soy yo, un ser que también se equivoca y que es capaz de recapacitar, esa persona que creyó en tus palabras porque las palabras son la introducción a tu honorable ser... y no hubo congruencia.
Nuestra más grande incógnita es no saber qué queremos y no está mal, venimos a recorrer el viaje instrospectivo, escarbando entre traumas y miedos, no está mal pero por favor no le hagas daño a la gente.
Te dejo sintiéndolo tanto, te dejo con el corazón amoratado, te dejo para cuidar de mi y permitir que las cosas buenas por fin lleguen.
Con mucho amor y sentimiento.
