2.09.2014

Espacios

Veo a lo lejos el azul del infinito en el mar y el cielo,
veo calma en las olas, veo luz en las nubes,
veo saltar los peces, veo el volar de las aves,
volteo y están los árboles despeinados por el aire;
miro abajo y veo mis pies, ocupando este espacio y sé que no sobro aquí.
Yo salto, soy paz, soy luz y además, vuelo cada día de mis sueños a los bellos brazos del amanecer en mis ojos.

2.02.2014

Cuba

Hace mucho no derramaba alguna lágrima. El estar pasando por un momento extraño, tan extraño como el de toparte de frente con imágenes exiliadas al olvido, recuerdos y vivencias que castigaste en un pasado que ahora te abraza para decirte adiós.
Será cierto que hay un último abrazo sincero entre tus temores y tu? Ese mismo que por arte de magia desiste de seguirte atormentando en ese hueco silencioso y oscuro? Tal vez como bien dicen el tiempo hace que aligeres tus miedos mientras la vida te distrae con exquisiteces y  seducido por ello le das el verdadero sentido que merecían, haciéndote ver que ese no era precisamente un León, que sólo era un gato escondido en un espacio que, al no poder percibir su verdadero peligro, tu mente magnificó encerrándote en una burbuja opaca y dura para no ser atacado, impidiendo sentir y ver tu entorno y el gran paisaje que te castigaste a no ver.
Creo que me enamoré, creo que voy a volver a disfrutar un manjar como este, porque simplemente me encanta comerme este helado cada día, cada noche. Temo que esto va a abofetear el muy calculado proceso de técnicas adquiridas en defensa propia y de necedad voluntaria. Ahora retomo el sueño desterrado del pasado, le jalare hasta que me vuelva a alcanzar y de nuevo seguir el curso esta vez juntos, otra vez.
Falta que no me esté volando... aunque pensándolo bien yo siempre cuando escribo es porque me encuentro más allá de mi esfera terrenal y es que es interesante encontrarte fuera de tus esquemas, es casi adictivo tener la dosis de perder el supuesto equilibrio que te mantiene inmune de la humanidad. 
Y esos desórdenes fuera de los lineamientos todos los tenemos y los gozamos. Por ello los escritores nos dan alas mágicas que en ocasiones somos incapaces de abrir por nosotros mismos. 
Pero sí claro, el amor... el maldito amor que a sacudidas me recuerda que debo seguir dándole algunas treguas en mi vida. Y aquí estoy bien contenta y con los nervios des fundados porque ya se de qué trata este juego.