Te tuve hace tiempo cercano a mi en sueños inconclusos, te sentí al momento donde una canción hablaba más con melodía que con palabras, te percibí cerca, en un año lleno de disgustos y ninguna compañía, te olí fuera de mis paredes mentales y sin querer yo ya rasguñaba tu huella cada día.
Pruebo en las horas tu complicidad, mi irónica visión con la nobleza de tus pies; se me quiebra la postura con tus constantes aciertos y el gris de mis ojos ahora se vuelve más café.
Se siente irreal pero aquí está y mientras lo respire lo voy a transpirar, dejándolo salir como el ruido que hago al parpadear. Me desdoblo pocoa poco en lo que el miedo ya no me puede hablar.

Un Febrero

Tener la idea de lo que te toca los nervios te causa cierta reacción. Se empieza a divagar y creer que siempre te encuentras en medio de eso... lo miras, lo hueles, lo tocas, lo sudas... lo sudas en la misma variedad que las emociones te lo permitan.

Aquí estoy mirando, tocando, oliendo y transpirando a eso que le dicen amor; lo hago en la misma locura que el minuto me provoca, en la misma línea de mi cómplice, no soñando... aquí probándolo, cuando sabe tan bien.