1.27.2013

PC

Yo no se qué hace la arena que mis ojos no la dejan de ver al hundir los pies, contemplo como uno a uno va cayendo cada grano cubriendo mis dedos, masajeando mis plantas, dándole calor a mis pies. Pasa en esos días cuando cada que volteo desde la calle o en mi acerco, padezco de esa sorpresa como si fuese esa misma primera vez que contemplé ese mar; su color, sus brillos, sus tendencias, su fauna, su muerte. 
Visité Akumal, para muchos un paraíso, lo que yo vi fue un cementerio de lo que algún día fue un inmenso coral, grandes espacios cubiertos de lo que se ve piedras blancas de formas, tamaños, infinitas texturas que delataban un pasado coral con bastante vida en sí mismo, habitado por peces, acechado por depredadores, vestido de colores... por supuesto no dejó de sorprenderme su magnificencia que como naturaleza aún conserva esa playa, le caminé en su orilla y llegué a un pequeño brazo donde golpeaban con fuerza las olas llegando a medir poco más de mi escaso 1.65 mts... le temí; le guardo un gran respeto al mar, puedo perderme en él abandonando mi cuerpo, regalándole mis ojos, mi respiro hasta que el viento o su mismo oleaje me lleven de regreso. 
Algo así también me pasa con la luna; ahora si juntamos la luna, el mar, la arena, el viento, las nubes, las sombras, el brillo y demás, podría irme de este hermoso planeta solo con vivir ese escenario. 
A casi 6 meses cumplidos en este lugar, sigo sintiendo su abrazo reconfortante, como si cada día tuviera la sorpresa escondida que espera por mi. A poco tiempo de tenerle, volteo a ver a mi compañía encontrándome con sus ojos, con la transparencia y sencillez en sus actos, le quiero, le desconfío, le vivo. 

1.20.2013

Ya es Enero

Y entonces ¿cómo?... Ni siquiera pude decir Feliz Navidad, porque ya se va acabando el primer mes de otro año y el cuerpo ya me andaba pidiendo a gritos un poco de soltura. 
Cumpliendo 5 meses de estadía en este lugar que cada vez me abraza más, mi madre me recuerda que mi abuelo cumple 3 años de haber fallecido, ese hombre que me heredó su gusto bohemio, mi mal carácter, a el por su melómana enfermedad, por su lado ácido y querendón. 
Hoy hace frío en este lugar, hoy me llegó el frío por dentro de la piel, mi mente se ha malviajado y es que uno vive tan rápido que apenas logro percibir que ya pasó otro año y yo sigo con mis sensuales vicios y que ya pude saborearme uno que varios deseos pedidos. Hoy regreso ardiendo en objetivos y queriendo vivir con tantita de su motivación; todo Diciembre me la pasé diciéndome que pase lo que pase, aunque existiese una realidad, ésta va a cobrar sentido dependiendo del que yo le desee dar. 
Y es que creo que empecé con algo y ya puse vestigios de no se qué y mejor dejo lo que vine a dejar; buen año, buena vida, buen goce, sentidos venid a mi.