9.03.2012

Bien decía mi madre, los tiempos que pasamos en espera o añoranza son tiempos perdidos, las vivencias cobran fortaleza en su momento, lo demás tendrá que pasar; los meses alcanzan rapidez, tanto que al pasar un año ahora me encuentro en la contraparte de donde empecé en ceros.
Quien diría que celebraría cierta libertad en un mar azul turquesa con su calma y su belleza, arena blanca y yates embarcados. Abrí los ojos después de una siesta en la playa y un timbrar de mi móvil me anunció lo que yo me pregunté un 26 de Agosto 2011 "¿Dónde estaría en un año y con quienes?", no pude recibir mejor obsequio que disfrutar ese día con una paz impresionante y poder apreciar que mi corazón palpita más intensamente que antes.