Hoy como en varios días me asfixió la cabeza una idea egoísta, bueno al menos egoísta para quien no la sepa comprender... unos pasos más a la derecha y sales por esa puerta para salir a correr con la ventaja de que ya no llueve afuera.
Me he de perder, ya ando esperando las cenizas de abril deseando también que no termine de fenecer, llevo dos pares de aortas extras, lápiz y papel porque siento que el olor del ambiente resultará incitante a besarle los ojos más de una vez. Llevo ganas de no volver, tal vez regresar para ya no suponer que la vida contigo es más real mientras la gente termina por criticar lo que desea tener. Me abrazo a tus mejillas, a lo transparente de tu retina, cristalina al cuadro paralelo que ve al mar desde lejos, te voy a besar en la parte despoblada de tu nuca, caminaré en nuestra segura tranquilidad, voy a rascarte los pedazos sobrantes que no le sirven a tu piel y pegaré nuestra imagen en un marco imborrable donde podamos volver a correr.